Según Svetlana Martynova, coordinadora de la lucha contra la financiación del terrorismo en las Naciones Unidas, las organizaciones terroristas que se han visto aisladas del sistema financiero tradicional han recurrido a criptomonedas como Bitcoin y Ethereum para financiar sus actividades delictivas.
Estas observaciones fueron realizadas por un funcionario de la ONU durante un discurso pronunciado en una reunión especial que se celebró en Nueva Delhi y Mumbai los dĆas 28 y 29 de octubre, y que se centró en la lucha contra el uso de tecnologĆas nuevas y emergentes con fines terroristas. La reunión fue organizada por el ComitĆ© Antiterrorista de la ONU (CTC).
Según el mÔximo responsable de la Dirección Ejecutiva de la Lucha contra el Terrorismo de las Naciones Unidas, organizaciones terroristas como el ISIL y Al-Qaeda han desarrollado una experiencia excepcional en el uso de las criptomonedas.
Afirmó que si bien el dinero en efectivo y la hawala, que es un medio tradicional de mover dinero en las naciones Ć”rabes y el sur de Asia, han sido los principales mĆ©todos de financiación del terrorismo, son conscientes de que los terroristas se adaptan a la evolución de las situaciones que les rodean, y a medida que la tecnologĆa evoluciona, ellos tambiĆ©n se adaptan.
Martynova sostiene que, a pesar de que organizaciones como el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) han emitido recomendaciones para los gobiernos nacionales y los proveedores de servicios en su lucha contra la financiación del terrorismo, se necesitan mÔs medidas.
El Abuso de las Criptomonedas por Parte de los Delincuentes
La funcionaria de la ONU mencionó las criptomonedas como ejemplo de una tecnologĆa que entra en esta categorĆa y de la que se ha abusado para abrir nuevas posibilidades a la actividad delictiva.
Continuó diciendo que aquellos que estĆ”n excluidos del sistema financiero tradicional y que estĆ”n dispuestos a hacerlo son mĆ”s propensos a abusar de las criptomonedas para comprar o invertir en artĆculos de forma anónima.
Martynova seƱaló que la mayorĆa de las naciones han descuidado la elaboración de mapas de riesgo y vulnerabilidad. Es necesaria una comunicación constante entre los gobiernos nacionales, la sociedad pĆŗblica y el sector comercial para que los tres grupos adquieran una comprensión global de los peligros que presentan los activos virtuales.
Continuó diciendo que quienes propugnan ideas violentas e intolerantes, incluidos los terroristas, estĆ”n utilizando indebidamente las nuevas tecnologĆas en desarrollo para propagar información falsa, sembrar semillas de división, reclutar y radicalizar seguidores, organizar recursos y llevar a cabo atentados.