A mediados de octubre de 2025, BNB llegó a cotizar $1,369.99, reforzando su resiliencia y poniendo sobre la mesa la duda de a cuánto llegará en 2026. La perspectiva del precio combina una tokenómica enfocada en escasez, mejoras técnicas planificadas y señales técnicas mixtas.
El precio de BNB se apoya en quemas automáticas trimestrales que reducen el suministro y una narrativa de escasez orientada hacia 100 millones de tokens. Estas quemas destruyen permanentemente una porción de tokens, disminuyendo la oferta en circulación. La meta de largo plazo de acercar la oferta total a 100 millones sostiene un marco deflacionario que impulsa el interés del mercado.
La expansión del ecosistema BNB Chain añade utilidad para fees, staking y participación en lanzamientos de tokens. Un mayor uso de dApps y el interés institucional en herramientas de tesorería y liquidez robustecen la demanda. Las mejoras de protocolo previstas para 2025–2026 apuntan a 20,000 TPS y finalización inferior a 150 ms, donde TPS mide la cantidad de transacciones que una red procesa por segundo para comparar rendimiento entre blockchains.
Las proyecciones para 2026 son amplias, desde escenarios conservadores hasta visiones agresivas. Cifras de consenso conservadoras ubican a BNB alrededor de $909.60. Análisis moderados se centran en un promedio cercano a $1,708.72, con potencial al alza hasta aproximadamente $1,913.76. Un servicio de mercado proyecta un precio medio de negociación de $1,702.83 y un máximo cercano a $1,892.81. Escenarios más agresivos contemplan rupturas sobre $2,000 a comienzos de 2026 y potencialmente por encima de $3,000 a fin de año si persiste el impulso de recuperación.
Factores de la resiliencia de BNB y dinámica de suministro
El sentimiento del mercado es mixto y sugiere condiciones neutrales con sesgo táctico alcista en plazos cortos. Un índice Fear & Greed con lectura de 47 apunta a neutralidad. Algunos indicadores intradiarios y de medio plazo muestran sesgo alcista, mientras que debilidades en medias móviles más largas reflejan cautela.
BNB registró un retroceso cercano al 36% desde picos recientes y consolidó en $800–$900, definiendo soportes y resistencias clave. Indicadores de corto plazo como el RSI y la media móvil de 50 días en gráficos de 4 horas sugieren presión al alza. En contraste, medias de 200 días y algunas señales diarias apuntan a vulnerabilidad, marcando un entorno técnico bifurcado.
Incertidumbres legales y regulatorias añaden riesgo y podrían frenar el impulso. Los analistas destacan escenarios clave: un rebote exitoso podría impulsar a BNB por encima de $950, mientras que una falla del soporte podría llevar descensos hacia $700.
Los motores fundamentales de BNB —quemas deflacionarias, utilidad del ecosistema y mejoras de rendimiento— hacen plausible pero no seguro un nuevo ATH en 2026.
