La propuesta de Donald Trump de distribuir un «dividendo» de aranceles de $2.000 por persona a partir de noviembre de 2025 ha generado un repunte significativo en el mercado de criptomonedas. Tras el anuncio, Bitcoin superó brevemente los $106.000, mientras otras criptomonedas como Ethereum y XRP también registraron alzas correlacionadas. Este potencial estÃmulo económico plantea importantes interrogantes sobre liquidez, inflación y la dirección de los flujos financieros hacia los activos digitales, afectando directamente a inversores, equipos de producto y profesionales de compliance.
El plan de Trump representa no solo un estÃmulo económico potencial sino un experimento macroeconómico con múltiples implicaciones para el ecosistema cripto. Si bien el efecto inicial fue claramente alcista, la sostenibilidad de este movimiento dependerá fundamentalmente de la mecánica del pago. Si se implementa como cheques directos, similar a los pagos realizados en 2020, podrÃa significar una inyección de liquidez estimada entre $300.000 y $400.000 millones anuales, potencialmente estimulando la asignación hacia activos de mayor riesgo como las criptomonedas.
Por otro lado, si el dividendo se aplica como alivio fiscal gradual (recortes de impuestos o exenciones), el impacto en el mercado cripto serÃa más diluido, favoreciendo posiblemente el ahorro o la reducción de deuda en lugar de inversiones especulativas. Es importante considerar que los aranceles, que son impuestos sobre importaciones, tienden a encarecer bienes y generar presión inflacionaria, creando una paradoja: mientras podrÃan reforzar la narrativa de Bitcoin como «oro digital» y cobertura de valor, también podrÃan reducir el gasto discrecional y la propensión a asumir riesgos, potencialmente drenando liquidez de activos volátiles.
Contexto e impacto del dividendo de aranceles
La propuesta genera efectos contrapuestos que los diferentes actores del ecosistema cripto deberán monitorizar cuidadosamente. Entre los principales aspectos a considerar están el riesgo de volatilidad debido a la ambigüedad sobre el mecanismo y calendario de implementación, el potencial fortalecimiento de la narrativa de Bitcoin como cobertura contra la inflación, y los diferentes escenarios de liquidez y flujos dependiendo de si se implementan cheques directos o alivios fiscales.
El próximo hito operativo será la claridad que proporcionen el Tesoro y el Congreso sobre el mecanismo de distribución. Esta definición determinará si el impacto en criptomonedas será una ola rápida de liquidez o un efecto más gradual y limitado. Mientras tanto, los mercados seguirán ajustando sus posiciones ante la incertidumbre, con los mercados de predicción como Polymarket ya mostrando cierto escepticismo sobre la implementación a corto plazo de estos pagos directos.
