U.S. Bank ha comenzado oficialmente las pruebas para la emisión de stablecoins personalizadas utilizando la infraestructura de Stellar, marcando un avance decisivo hacia el dinero programable institucional. Mike Villano, vicepresidente senior de U.S. Bank, destacó que la seguridad y el control son innegociables al integrar activos tokenizados en el entorno bancario. Este movimiento estratégico cuenta con el respaldo técnico de PwC y la Stellar Development Foundation (SDF).
La revelación se realizó durante un episodio del podcast Money 20/20, donde se detallaron las capacidades técnicas específicas que motivaron esta elección tecnológica. Stellar permite congelar activos y revertir transacciones directamente en su capa base operativa, una funcionalidad crítica para cumplir con las estrictas normativas de conocimiento del cliente (KYC). Además, la red garantiza la capacidad de deshacer operaciones erróneas, un requisito indispensable para la banca tradicional.
Por otro lado, la infraestructura de esta blockchain está diseñada específicamente para la emisión de activos y el movimiento de dinero a escala global masiva. Las operaciones ofrecen liquidaciones rápidas de entre 3 a 5 segundos y tarifas que cuestan una fracción de centavo de dólar. José Fernández da Ponte, de la SDF, subrayó que la confiabilidad de grado institucional es fundamental para mover el dinero de los consumidores de forma segura y constante.
¿Qué riesgos advierte el BCE sobre el crecimiento de estos activos?
Sin embargo, la iniciativa de U.S. Bank busca mitigar estos riesgos mediante el uso de «dinero programable» con salvaguardas de cumplimiento integradas desde el inicio. La capacidad de mantener el control regulatorio mientras se aprovechan la velocidad y eficiencia de las redes descentralizadas es el núcleo de este piloto. Esto diferencia el enfoque bancario de las stablecoins puramente especulativas que carecen de mecanismos de reversión o congelamiento de fondos ilícitos.
Finalmente, la colaboración entre U.S. Bank y sus socios técnicos establece un precedente para la adopción bancaria de tecnologías descentralizadas bajo marcos regulados estrictos. Se espera que estas pruebas impulsen una mayor integración de dinero programable, transformando la eficiencia operativa de los servicios financieros tradicionales en los próximos años. El éxito de este piloto podría definir los nuevos estándares para futuros productos de depósito tokenizados en la industria bancaria.
