Nuevos análisis de modelos en cadena sugieren que el ciclo alcista de Bitcoin no ha terminado. A pesar del máximo de octubre de 2025, los indicadores clave sitúan el pico final entre junio y septiembre de 2026. Esta predicción del próximo mercado bajista retrasa las expectativas de un colapso inminente.
El análisis se basa en el indicador Pi-Cycle, que no ha señalado un cruce de «techo». Este modelo proyecta el pico real para el verano de 2026. Asimismo, el MVRV Z-Score, un medidor de valoración, indica que la zona de riesgo comienza cuando Bitcoin alcance entre $174,000 y $203,000. Actualmente, el MVRV se mantiene en 1.81, lejos de los niveles de euforia (3.0-3.5) vistos en picos anteriores.
Este ciclo se ha extendido más allá de los patrones históricos del halving. Dos factores principales explican este comportamiento. Primero, los flujos de los ETF de Bitcoin al contado han absorbido más de $60 mil millones, superando la nueva oferta de los mineros. Segundo, la liquidez global de la economía se ha mantenido elevada, dando soporte a los activos de riesgo y retrasando el agotamiento del ciclo.
¿Por qué este ciclo de Bitcoin se está extendiendo más de lo esperado?
La predicción del próximo mercado bajista sugiere una estructura compleja. Los modelos indican que la liquidez global (GLI) podría alcanzar su máximo entre marzo y mayo de 2026, antes del pico de precio. Esto podría crear una «trampa alcista»: una corrección inicial seguida de un último impulso alcista hacia el verano. Por ende, la caída fuerte no sería inmediata, sino que se desarrollaría en fases.
Si el pico de Bitcoin ocurre entre junio y septiembre de 2026, el verdadero mercado bajista se confirmaría entre 6 y 10 semanas después. Esto sitúa el inicio de la caída sostenida entre agosto y noviembre de 2026. Por ahora, el máximo de $126,000 de 2025 se considera un pico intermedio, no el final del ciclo alcista. El verdadero techo aún está por delante según estos modelos.
