La red Zcash alcanzó un hito: la piscina blindada ya protege más de 4,5 millones de ZEC, cerca del 27% del suministro en circulación. Ese volumen reduce la liquidez visible en los libros de los intercambios y reconfigura la parte del suministro que está a la venta. Este cambio tiene consecuencias para quienes guardan ZEC, para los operadores y para los servicios que priorizan la privacidad.
En cinco días, más de 600.000 ZEC pasaron a direcciones blindadas, llevando el total protegido por encima de 4,5 millones. La red oculta emisor, receptor y cantidad mediante zk‑SNARKs; cuando un usuario envía ZEC a una dirección blindada, la moneda desaparece del radar del protocolo y de los libros visibles, lo que reduce la oferta líquida que puede presionar el precio a la baja.
No es un dato técnico solamente: buena parte de esos fondos no regresa a los mercados. Josh Swihart, CEO de Electric Coin Company, lo resume así: “Aquellos que tengan ZEC no deben vender. El patrón se asemeja a acumulación más que a rotación de compra y venta. Además, las ballenas siguen comprando y las billeteras blindadas ahora son más fáciles de usar, fuerzas que empujan en la misma dirección.
ZEC se ha alejado de los mínimos: desde agosto subió un 635 % y cotiza entre 38 y 45 dólares, todavía muy lejos del máximo histórico cercano a 6 000 dólares. Los mercados de predicción muestran apuestas a favor de nuevas subas, añadiendo combustible a la narrativa alcista vinculada al aumento del blindaje.
Implicaciones para el precio de ZEC
El crecimiento de la piscina blindada tiene efectos concretos sobre la dinámica de oferta y demanda. La menor visibilidad de la liquidez y la preferencia por el ahorro entre quienes blindan ZEC elevan la sensibilidad del precio a compras y ventas de gran tamaño, mientras los mercados de predicción asignan probabilidades relevantes a escenarios de alzas.
Persiste la incertidumbre normal del mercado: indicadores técnicos y la cantidad de direcciones activas también influyen y pueden modular el ritmo de cualquier movimiento.
El próximo hito a vigilar es si ZEC alcanza los 300 dólares antes de noviembre, como sugieren los mercados de predicción; ese nivel ayudará a comprobar si el aumento del blindaje se traduce en una presión alcista sostenida.