Tras la reciente inestabilidad del mercado, que ha puesto de manifiesto la necesidad de regulación, el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB), un grupo de reguladores, funcionarios del Tesoro y banqueros centrales, anunció el lunes que propondrá en octubre unas normas globales «sólidas» para las criptomonedas, según informa Reuters.
El consejo, formado por miembros del Grupo de las 20 economías (G20), ha empezado a supervisar el sector de las criptomonedas hace poco tiempo porque se consideraba que no suponía un riesgo sistémico. Sin embargo, la reciente agitación del mercado ha sacado a la luz su volatilidad, sus vulnerabilidades estructurales y sus crecientes conexiones con el sistema financiero en general, según el FSB.
El FSB dijo en un comunicado que «la quiebra de un agente del mercado, además de imponer pérdidas potencialmente grandes a los inversores y amenazar la confianza del mercado derivada de la cristalización de los riesgos de conducta, también puede transmitir rápidamente los riesgos a otras partes del ecosistema de criptoactivos.»
El estado del mercado de criptomonedas exige una regulación estricta
El mercado ha tenido varios problemas sólo en 2022. La mayor criptomoneda, el bitcoin, ha perdido alrededor del 70% de su valor desde que alcanzó un máximo histórico en noviembre de 69.000 dólares, y actualmente cotiza a 19.633 dólares en Coinmarketcap, dejando a muchos inversores con pérdidas.
Además, el colapso de la stablecoin TerraUSD a principios de este año y las retiradas y transferencias de importantes empresas de criptomonedas Celsius Network y Voyager Digital han sacudido el mercado global.
Los activos de criptomonedas, según el FSB, se utilizan principalmente con «fines especulativos«, pero no operan en un «espacio libre de regulaciones» y deben adherirse a las regulaciones pertinentes y vigentes.
El FSB considera que si las stablecoins se van a utilizar como forma de pago, deben estar sujetas a una regulación estricta. Sin embargo, el FSB anunció que presentará un informe sobre los enfoques de regulación y supervisión de las stablecoins y otros criptoactivos a los Ministros de Finanzas y Gobernadores de Bancos Centrales del G20 en octubre.
A pesar de que el consejo carece de autoridad legislativa, sus miembros se comprometen a aplicar sus principios reguladores en sus países de origen. Afirman que los miembros se comprometen a emplear las facultades de ejecución de que disponen en virtud de las leyes de su jurisdicción para fomentar el cumplimiento y tomar medidas correctivas cuando sea necesario.