Elon Musk respaldó públicamente a Bitcoin en octubre de 2025 al presentarlo como un sistema sustentado en energía real gastada en su minería. Su postura reaviva la discusión sobre si el dinero de curso legal debe ser reemplazado y pone en alerta a inversores, equipos de producto y áreas de cumplimiento por el impacto en la liquidez y la futura regulación.
Musk expuso que el valor de Bitcoin nace de la electricidad consumida para producirlo, en contraposición a la emisión ilimitada de las monedas fiat por parte de los gobiernos. Según el comunicado, afirmó que “se emiten billetes falsos de curso legal” para subrayar que Bitcoin tiene una cantidad fija escrita en código, mientras que el fiat se expande como si proviniera de una impresora.
El respaldo llega tras un giro público: en 2021 Tesla dejó de aceptar BTC por el alto consumo eléctrico, pero en 2025 Musk redefine ese gasto como prueba de autenticidad y motor para instalar más energías renovables, colocando el consumo energético como un atributo de seguridad.
Cada vez que Musk habla, los mercados se mueven; en julio de 2025, vincular su nuevo partido “America Party” con algún activo provocó caídas en el precio de Tesla y saltos en Dogecoin. Además, SpaceX conserva 8.285 BTC, valorados en más de mil millones de dólares, lo que deja clara la exposición institucional ligada a sus palabras.
Proof-of-energy se define como la noción de que un activo digital vale porque detrás hay electricidad consumida y verificada a través de proof-of-work, anclando el valor en un costo físico medible.
Todo lo que implica que Elon Musk declare
La declaración de Musk acelera la narrativa de Bitcoin como reserva de valor alternativa, lo que se traduce en más empresas que lo adoptan y en mayores entradas o salidas de efectivo hacia productos tokenizados conforme se reposicionan carteras.
También enciende la discusión regulatoria: al presentar a Bitcoin como opuesto al dinero de curso legal, crea roce con supervisores preocupados por estabilidad financiera y prevención de lavado de capitales, anticipando debates sobre su tratamiento normativo.
Equipos de producto y compliance verán mayor control sobre custodia, KYC e informes de tenencias. En materia de liquidez, la influencia mediática de Musk puede provocar fuertes oscilaciones, un factor que debe incorporarse en la gestión de AUM y en el cálculo del valor de mercado de fondos expuestos a BTC.
La postura de Musk marca un cambio de guion: coloca a Bitcoin en una conversación que mezcla electricidad, política y finanzas. El próximo episodio a seguir es la respuesta de los reguladores y un posible endurecimiento de las normas de custodia y reporting para quienes acumulan grandes cantidades.