Analistas de varias firmas de inversión proyectan un futuro alcista para Ethereum (ETH). Prevén que el precio de Ether podría superar los $5.000 durante el próximo año. Esta perspectiva se basa en la fortaleza del ecosistema de Ethereum en 2025. El consenso destaca las actualizaciones de red y la creciente demanda institucional como motores clave.
Varias entidades financieras han elevado sus objetivos para ETH. Standard Chartered, a través de su analista Geoffrey Kendrick, proyecta rangos ambiciosos entre $7.500 y $14.000 para 2025. Asimismo, Galaxy Digital, liderada por Michael Novogratz, estima un objetivo más conservador entre $5.500 y $6.200. VanEck también se alinea, estimando un tope de ciclo en $6.000.
La narrativa común se centra en mejoras técnicas. Julian Hosp, CRO de Cake DeFi, afirmó que «el ecosistema ETH será el número uno». Esto se apoya en el efecto deflacionario del EIP-1559, ya que este mecanismo quema comisiones. También influyen las futuras actualizaciones como Pectra y Prague-Electra, por lo que la red sigue optimizándose.
¿Provocará la demanda institucional un «shock de oferta» en Ethereum?
El interés institucional es un motor clave en estas proyecciones. Analistas como Tom Lee de Bitmine observan una «acumulación silenciosa» por parte de actores de Wall Street. La potencial aprobación de ETFs (fondos cotizados) al contado sobre Ether es vista como un catalizador principal. Esto podría generar flujos de capital significativos.
Por otro lado, esta presión compradora institucional podría generar un «shock de oferta». Esto significa que la demanda superaría al suministro disponible en el mercado. Dicha dinámica incrementaría la liquidez del mercado y presionaría al alza el precio de ETH. Los analistas observan un soporte técnico clave en $3.900.
El panorama para Ether luce constructivo según estos informes. La próxima gran actualización técnica será Fusaka, programada para diciembre de 2025. Este hito es visto como un catalizador relevante para la red. La ejecución de esta mejora, junto a la aprobación de los ETFs, definirá el rumbo del activo. Los inversores y gestores prefieren estrategias con staking para optimizar rendimientos.
