Bitcoin (BTC) retrocedió, situándose cerca del nivel de $103.000. Esta corrección está asociada al enfriamiento del trade de IA (Inteligencia Artificial) en los mercados. La desconfianza se intensificó tras el anuncio de SoftBank sobre la venta de su participación en Nvidia. El ajuste golpea con fuerza a las mineras de criptomonedas que se diversificaron al hosting de IA.
El catalizador de esta desconfianza fue la venta completa por parte de SoftBank de su participación en Nvidia. Esta operación, valorada en $5.8 mil millones en octubre de 2025, generó ondas de choque. Las acciones de Nvidia cayeron más de un 2% tras el movimiento del conglomerado. Este contagio afectó a firmas cuya tesis de inversión dependía de ingresos por hosting de GPUs y centros de cálculo.
Varias compañías mineras y proveedores de centros de datos registraron descensos significativos. Bitdeer vio caer su cotización cerca de un 20%. Esto ocurrió tras reportar pérdidas mayores a las estimadas y retrasos en las entregas de ASIC. Asimismo, CoreWeave recortó sus previsiones. La firma anotó una caída del 9% en su valor accionario debido a demoras operativas.
¿Es la IA una nueva fuente de volatilidad exógena para Bitcoin?
Los indicadores macroeconómicos añadieron presión al sentimiento del mercado. Un informe reciente de ADP mostró una reducción de 11.250 empleos en el sector privado hasta octubre. Este dato alimenta la aversión al riesgo. Por ende, propicia la toma de beneficios en activos volátiles como Bitcoin. El efecto combinado de la salida de SoftBank, la revisión de expectativas en IA y datos macro débiles explica la corrección. La salud del ecosistema minero ya no depende solo de la dinámica on-chain.
Esta situación demuestra que el precio de BTC puede verse afectado por desalineaciones en sectores tecnológicos. Ya no depende únicamente de los fundamentos on-chain. Se incorporan nuevas fuentes de volatilidad exógena provenientes del ciclo de semiconductores. La corrección actual expone la salud del ecosistema minero. Esta depende ahora de la demanda por capacidad de IA y no solo de la dinámica propia de la red.
El enfriamiento del trade de IA eleva el riesgo de episodios de iliquidez en los títulos mineros. También afecta a los derivados vinculados a esta infraestructura. Los retrasos en entregas de ASIC y la ejecución de centros de datos tensionan los flujos de caja de las mineras que apostaron por esta diversificación. Para las tesorerías corporativas, esto implica gestionar la exposición a firmas dependientes de ingresos por hosting de GPUs. Se debe revisar el riesgo de contrapartida operacional y los márgenes de financiación en contratos perpetuos.
La lectura del mercado es clara. La volatilidad del sector de IA y semiconductores es un factor que debe vigilarse de cerca. La próxima referencia clave serán los resultados trimestrales de los proveedores de centros de datos. Además, las próximas publicaciones macro confirmarán o descartarán un deterioro sostenido del empleo privado. Estos datos determinarán la dirección del apetito por el riesgo en las próximas sesiones.
