Ethereum cayó por debajo de $3.000 y, en respuesta, direcciones de grandes poseedores realizaron compras por valor de más de $1.000 millones, según datos on-chain. La acumulación de ballenas de Ethereum emerge como el factor inmediato más relevante para la estabilidad del precio, en un contexto donde flujos institucionales y movimientos en exchanges ofrecen señales opuestas. Este panorama define niveles de soporte clave y una dinámica de oferta que puede condicionar el corto plazo.
El periodo de referencia muestra actividad concentrada y heterogénea entre distintos tipos de grandes tenedores. El 21 de noviembre de 2025, las llamadas “whales” on-chain compraron más de $1.000 millones cuando el precio cedió por debajo de $3.000, impulsando un rebote por encima de ese umbral. El día anterior, el 20 de noviembre, registraron compras por $1.380 millones mientras el precio rondaba $3.037, reforzando la defensa del nivel psicológico de $3.000.
No todos los grandes actores compraron al mismo tiempo. Un cohort de direcciones que poseen entre 10.000 y 100.000 ETH redujo su exposición en 150.000 ETH durante cuatro días alrededor del 20 de noviembre, lo que indica ventas parciales o toma de pérdidas en ese segmento. Al mismo tiempo, los ETFs spot de Ethereum reportaron salidas superiores a $1.000 millones acumuladas en siete días previos al 20 de noviembre, una presión vendedora institucional que contrarrestó parte de la demanda de las ballenas.
También se registraron puntos de acumulación y grandes movimientos institucionales en fechas previas. El 5 de noviembre se produjo una compra de 323.523 ETH (valorada en $1.120 millones) que provocó un rebote inmediato por encima de $3.000. El 17 de noviembre, una wallet asociada a Aave acumuló 394.682 ETH (≈ $1.370 millones) y movió $222 millones en ETH fuera de exchanges centralizados, señalando intención de retención a largo plazo o staking.
Implicaciones para inversores y compliance
Entre firmas con posicionamiento institucional, Bitmine figura con 3.505.723 ETH (≈ $12.000 millones) y Republic Technologies aparece con un financiamiento de $100 millones para staking; Sharplink Gaming también fue citada como participante en acumulación. Una capa adicional de soporte on-chain viene de las llamadas “accumulation addresses” —carteras sin historial de venta— cuyo coste medio se sitúa alrededor de $2.860; históricamente, cuando el precio se aproxima a ese nivel esas direcciones tienden a intervenir, constituyendo un soporte estructural. “El nivel de $3.000 actúa como un Rubicón psicológico y técnico”, según analistas on-chain.
La concentración de ETH fuera de exchanges reduce la oferta líquida disponible, lo que puede amplificar movimientos al alza si la demanda persiste. Sin embargo, los reembolsos netos desde ETFs y la venta de cierto tramo de ballenas de 10K–100K ETH incrementan el riesgo de presión bajista si se rompe la banda situada entre $2.900–$2.860.
Para equipos de producto y compliance, el mix de acumulación on-chain e inestabilidad de flujos institucionales exige monitorizar métricas clave: saldos en exchanges, flujos de ETFs y movimientos hacia staking o custodia institucional, a fin de calibrar la liquidez y el equilibrio de fuerzas entre oferta y demanda.
Conclusión. La acumulación de ballenas de Ethereum por debajo de $3.000 muestra convicción selectiva y reducción de suministro disponible, pero convive con salidas institucionales que limitan el impulso alcista inmediato.
