El Banco Central de Brasil ha incorporado formalmente a los proveedores de servicios de activos virtuales (VASPs) a su marco de supervisión. Anunciado recientemente, el banco central implementará la Ley nº 14.478/2022. Esta nueva regulación cripto del Banco Central de Brasil establece requisitos prudenciales estrictos, incluyendo un umbral de capital de hasta $7 millones (aproximadamente R$35 millones) para ciertas actividades.
Esta medida regulatoria impactará directamente a exchanges, custodios y otros intermediarios del sector. El objetivo principal declarado por la autoridad monetaria es reducir los riesgos operativos y el lavado de activos (AML/CFT). La implementación de la ley, aprobada en octubre de 2023, será gradual. Sin embargo, representa un cambio operativo clave y un aumento en los costos de cumplimiento para operar en el mercado brasileño.
La nueva normativa reclasifica las operaciones que involucran cripto y moneda fiduciaria (cripto-fiat) como operaciones de cambio. Esto las somete a una supervisión comparable a la del sistema financiero tradicional. Según el Banco Central, este cambio específico en las reglas AML/CFT entrará en vigor en febrero de 2026. El requisito de capital actúa como un filtro prudencial diseñado para elevar la resiliencia de las entidades, reducir el riesgo de quiebras y proteger al inversor minorista.
¿Se consolidará el mercado cripto brasileño bajo las nuevas exigencias de capital?
Sin embargo, esta barrera financiera podría tener consecuencias significativas. Aumentará los costes de cumplimiento y la necesidad de solvencia, afectando la viabilidad operativa de compañías pequeñas y medianas. El umbral de capital favorece claramente a los actores ya establecidos y a inversores institucionales con mayor acceso a fondos. Por lo tanto, esta regulación cripto del Banco Central de Brasil podría frenar la entrada de nuevos competidores locales y startups innovadoras, llevando a una consolidación del mercado.
El calendario operativo es claro. Febrero de 2026 es el primer hito para la adaptación a las normas de cambio y AML/CFT. La industria tiene un plazo máximo hasta enero de 2028 para la implementación completa de las exigencias de capital y otros ajustes estructurales. Para los equipos de producto y cumplimiento, la prioridad inmediata es evaluar sus brechas de capital y revisar los flujos KYC/AML para asegurar la trazabilidad y el cumplimiento futuro de la regulación cripto del Banco Central de Brasil.
