La DBS de Hong Kong advirtió que las nuevas reglas sobre stablecoins, vigentes desde el 1 de agosto de 2025, restringirán significativamente su uso en el trading de derivados on‑chain. La medida importa porque eleva los costes de cumplimiento y afecta tanto a plataformas descentralizadas como a emisores pequeños que operan en la ciudad. La normativa introduce barreras que pueden reconfigurar la actividad cripto local y la competitividad frente a otros centros financieros.
La Stablecoins Ordinance, aprobada por el Legislative Council en mayo de 2025 y aplicada desde el 1 de agosto de 2025, establece un régimen de licencias para emisores de stablecoins fiduciarias con la HKMA como regulador principal. Según la normativa, los emisores deben cumplir requisitos prudenciales y de supervisión más estrictos en la plaza financiera de Hong Kong.
Los emisores deben contar con al menos HKD 25 millones de capital social desembolsado, mantener un respaldo del 100% en activos líquidos de alta calidad y someterse a obligaciones estrictas de KYC/AML que exigen identificar a todos los titulares.
La HKMA comunicó que inicialmente concederá un número limitado de licencias —un dígito— y que podrá exigir licencias a emisores extranjeros de stablecoins vinculadas al dólar de Hong Kong.
Estos requisitos aproximan a los emisores de stablecoins a estándares bancarios tradicionales.
¿Cuáles son las consecuencias de las nuevas normativas?
Las consecuencias emergentes, según la DBS, incluyen un descenso en la actividad relacionada con stablecoins en Hong Kong y un aumento de los costes de cumplimiento, con pérdidas de doble dígito reportadas por algunas empresas.
Las medidas de identificación obligatoria y la criminalización de la promoción de stablecoins no autorizadas dificultan el funcionamiento de mercados descentralizados que dependen de la privacidad y la interoperabilidad on‑chain.
Al mismo tiempo, el marco busca mitigar riesgos sistémicos y lavado de dinero reforzando reservas y límites de liquidez, estrategia que puede resultar más atractiva para capital institucional pero menos propicia para proyectos de DeFi y emisores pequeños.
El próximo hito verificado es la emisión de las primeras licencias por la HKMA, prevista para principios de 2026; su asignación y alcance marcarán si Hong Kong consigue atraer capital institucional sin expulsar a innovadores del ecosistema, según las fuentes citadas por Jina.