Evy Hambro, jefe mundial de inversión temática y sectorial en BlackRock, sostiene que el oro no está caro si se mide por lo que puede comprar una onza hoy. Su enfoque compara el poder adquisitivo actual de una onza con el de décadas pasadas, y guía cuánto se destina a activos reales y cómo se valora una minera. La tesis sugiere que el mercado aún no refleja plenamente la función histórica del metal como reserva de valor.
Hambro sostiene que la “prueba de poder adquisitivo” muestra que el oro mantiene valor frente a ciertos bienes cotidianos, aunque no frente a coches o casas, por lo que su cotización aún no recoge del todo su rol histórico de reserva. Esta comparación de lo que compra una onza hoy frente a lo que compraba hace décadas es la base de su análisis y de sus decisiones sobre asignación a activos reales y valoración de mineras de Blackrock.
La pérdida de poder de las monedas tras décadas de emisión sin freno impulsa una “revaluación estructural” del oro. Como ejemplos, Hambro señala que países con inflación alta recurren al metal y que se acelera la desdolarización, reforzando la demanda estructural.
Implicaciones para mineras y carteras
Aunque las mineras han subido —Newmont gana ~140% en 2025—, siguen baratas si se cree que el oro se mantendrá alto. Hambro subraya la brecha entre supuestos y realidad: los modelos de analistas se basan en 2.200 – 2.400 $/oz, mientras el spot supera 4.000 $/oz, “una diferencia enorme, enorme”, que, de cerrarse, alteraría de forma relevante las valoraciones.
Si el precio se sostiene, las firmas ganarán “mucho más de lo previsto” en 12 – 24 meses, lo que obligaría a rehacer proyecciones de flujo de caja y NAV, con impacto directo en los activos bajo gestión. En paralelo, el oro refuerza su papel de seguro contra la depreciación monetaria y altera la mezcla de activos al reequilibrar riesgos en las carteras.
Las monedas digitales y las stablecoins actuarán como vías de “represión financiera”, un punto clave para compliance y custodia, según Hambro. Respecto a cripto, ve a Bitcoin como “oro digital”, pero recuerda su volatilidad frente a la confianza centenaria del metal, lo que condiciona el perfil de riesgo y su encaje en la asignación.
La tesis se probará en los próximos 12 – 24 meses, un plazo en el que BlackRock anticipa resultados “absolutamente fabulosos” en las mineras si el entorno del oro persiste, consolidando el papel del metal y revalorizando al sector.