Ian Calderon presentó su candidatura a gobernador de California para 2026 y colocó la integración de Bitcoin como eje de su campaña. La iniciativa, según su campaña y el anuncio, apunta a posicionar al estado en primer lugar en uso de Bitcoin. El plan involucra a contribuyentes, a la tesorería y al ecosistema cripto.
La propuesta busca cambiar cómo el Estado gestiona y acepta pagos, así como cómo compone su balance. El enfoque ha generado atención entre votantes y donantes del mundo cripto, y abre un debate sobre cómo se debe gestionar, sobre su riesgo y su normativa.
Calderon plantea tres ejes centrales para su campaña: reconocer Bitcoin como medio de pago legal, aceptar criptomonedas en impuestos y tasas, y crear una reserva pública de BTC en el balance del estado. El objetivo declarado es que California lidere la adopción de Bitcoin a nivel estatal.
El planteamiento supone un giro en la política fiscal: no solo se trata de agilitar pagos digitales, sino de incluir a Bitcoin como pieza activa de la gestión financiera. La propuesta suma apoyos en el criptoespacio mientras introduce interrogantes sobre controles, riesgos y el marco regulatorio aplicable.
¿De qué se trata el programa de Ian Calderon?
La campaña presenta esta integración como prioridad central en 2026, subrayando que tener BTC en el balance es simultáneamente una señal de adopción y una fuente de exposición al precio. El cumplimiento requiere un marco jurídico claro y contratos de custodia sólidos, y la adopción podría afectar la liquidez al ampliar posibles flujos de entrada y salida en mercados locales.
La elección de 2026 será el siguiente paso para medir la viabilidad del plan. Según la propia agenda de Calderon, su implementación dependerá de precisar límites regulatorios y esquemas de gestión de riesgo que garanticen gobernanza y protección para el estado y los contribuyentes.