La Comisión Electoral del Reino Unido reescribe sus instrucciones sobre regalos en criptomonedas después de que Reform UK admitiera haber recibido una donación en bitcoin a finales de 2023. El cambio alcanza a partidos, contables y plataformas de activos digitales, con el objetivo de que cada aportación deje rastro y cumpla la ley.
La actualización pretende tapar un agujero legal en la PPERA (Political Parties, Elections besides Referendums Act 2000), una norma redactada cuando las monedas digitales no existían. La Comisión considera insuficientes los métodos habituales de auditoría y tasación frente a activos que no muestran el nombre real del titular y cruzan fronteras en segundos.
La revisión busca trazabilidad y cumplimiento en un mercado en expansión: el regalo medio en cripto trepó hasta unos 11.000 dólares en 2024, un 386% más que en 2023.
“La financiación política ya no entiende de fronteras clásicas”, dice la Comisión Electoral, quien pide reglas que obliguen a saber quién da el dinero y a tasar cada donación en libras. La guía nueva convertirá los envíos entre carteras en apuntes revisables: los partidos deberán seguir un paso a paso para recibir, valorar y declarar cualquier regalo en cripto, y contables y servicios de custodia deberán conservar copias de cada fase.
Regulación Cripto en Reino Unido: opiniones encontradas entre partidos
El cambio deja consecuencias concretas para el sector cripto y los organismos públicos. Se refuerza el riesgo de incumplimiento si no se identifica al donante ni se sigue el rastro del dinero para bloquear fondos ilícitos. Aumenta el trabajo de tesorería al exigir fijar el valor en libras el mismo día de la donación y documentarlo.
Puede afectar a la liquidez y adopción, con partidos que podrían dejar de aceptar cripto directa hasta aclarar el procedimiento. Y busca mejorar la confianza pública al mostrar cada paso y evitar titulares por dinero sucio.
La Comisión ya trabaja en la versión práctica de la guía, con listas de identificación y tasación que permitan innovar sin perder control antes de que las criptodonaciones pasen a ser parte normal de las campañas.