La comunidad cripto reaccionó al planteamiento de que ordenadores cuánticos accedan a Bitcoins dados por perdidos. El peligro nace si una máquina cuántica con suficiente potencia calcula la clave privada a partir de la clave pública. En ese escenario, quien controle la máquina podría gastar monedas inactivas y alterar la oferta y la confianza.
El riesgo afecta a viejos formatos de billetera que muestran la clave pública. Un ordenador cuántico que ejecute el algoritmo de Shor con el número de qubits necesario derivaría la clave privada y movería fondos dormidos.
Hoy no existe esa capacidad: los expertos calculan que se requieren entre 13 millones y 300 millones de qubits y sitúan la aparición de máquinas útiles en varias décadas, aunque algunas proyecciones adelantan el umbral a 2027-2030. La recuperación de esos Bitcoins inyectaría millones de unidades en circulación y modificaría la liquidez y el precio.
La comunidad y actores institucionales ya trabajan: hay propuestas de BIP para migrar y se “congelarían” direcciones vulnerables como medida de contención.
El Salvador trasladó 6.274 BTC a 14 direcciones y ninguna supera 500 BTC, y BlackRock actualizó el prospecto de su ETF para incluir advertencias sobre riesgos cuánticos.
El impacto en el mercado si esto sucede
La devolución de Bitcoins dormidos aumentaría la oferta efectiva y ejercería presión sobre el precio. Custodios y usuarios tendrán que adoptar firmas y direcciones post-cuánticas con mayor urgencia para reducir superficies de ataque.
Custodias, ETFs y Estados aplicarán mitigaciones, lo que incluye dividir reservas, insertar advertencias legales y presentar propuestas BIP. Un exploit cuántico sobre carteras antiguas dañaría la confianza en las claves y en las prácticas de custodia.
Las direcciones que ya revelaron la clave pública son las más vulnerables frente a un ataque con Shor.
El debate sobre las propuestas BIP y la hoja de ruta para una migración post-cuántica —con fechas apuntadas hacia 2030— servirá para medir la preparación real de la red y de los custodios ante la amenaza.