Una de las ballenas más antiguas del ecosistema ha ejecutado la venta total de 1.300 millones en Bitcoin, sacudiendo los cimientos del mercado actual. Según los datos revelados por la firma de inteligencia Arkham, el inversor Owen Gunden transfirió sus últimas tenencias a Kraken, cerrando una posición histórica de 11.000 BTC que comenzó a construir en 2011.
Los registros on-chain indican que Gunden ha estado moviendo su fortuna digital progresivamente desde finales de octubre, culminando con una transferencia reciente de 344 millones de dólares. Aunque es imposible rastrear el destino final de las monedas una vez entran al exchange, Arkham sugiere que esta maniobra representa una liquidación total de sus activos. Gunden, conocido por ser un pionero en el arbitraje, ha mantenido un perfil bajo a pesar de ser considerado previamente como el tercer multimillonario cripto más rico del mundo.
Este movimiento masivo ocurre en un contexto de alta volatilidad, donde el precio de Bitcoin ha retrocedido un 31% desde su máximo histórico de 126.080 dólares alcanzado hace un mes. Actualmente cotizando alrededor de los 86.466 dólares, la industria cuestiona si el mercado cripto está a punto de entrar en una fase bajista prolongada debido a estas ventas institucionales. La fortuna de Gunden ha fluctuado drásticamente con los años, demostrando la naturaleza cíclica y volátil de la economía digital de alto riesgo.
¿Están las proyecciones de precios perdiendo optimismo ante la venta?
Por otra parte, la salida de grandes jugadores coincide con una revisión a la baja de las expectativas por parte de analistas financieros de renombre global. Cathie Wood de Ark Invest ha ajustado su objetivo de precio, reduciéndolo de 1,5 millones a 1,2 millones de dólares, citando el aumento en la adopción de monedas estables. Asimismo, la firma Galaxy Digital recortó su objetivo de fin de año de 185.000 a 120.000 dólares, argumentando que la volatilidad actual es demasiado baja para alcanzar las metas previas.
La liquidación completa de Gunden marca un hito psicológico importante, ya que representa la capitulación de una «mano de diamante» que resistió múltiples ciclos durante más de una década. Mientras el mercado digiere esta oferta masiva, la atención se centra ahora en si otros inversores veteranos seguirán este ejemplo o si las instituciones aprovecharán los precios bajos. Finalmente, el comportamiento de estas ballenas históricas servirá como brújula para determinar la dirección futura, desafiando las narrativas alcistas tradicionales.
