El precio de Zcash (ZEC) volvió a superar los 300 dólares pese a la fuerte caída del mercado en el viernes negro. Este rebote sugiere que sigue habiendo compradores activos y fondos institucionales dispuestos a mantener exposición a la moneda. El movimiento interesa tanto a pequeños inversores como a gestores que buscan privacidad en cadena.
La recuperación se apoya en el nicho de privacidad de ZEC y su uso de zk-SNARKs, un sistema que permite verificar transacciones sin revelar remitente, destinatario ni montos. Esta propuesta de valor mantiene a Zcash como una opción para quienes priorizan la confidencialidad en sus operaciones.
El lanzamiento del Grayscale Zcash Trust abre la puerta al capital institucional que antes no contaba con una vía legal clara para entrar en ZEC. Esta entrada potencial de fondos profesionales respalda la demanda y aporta estabilidad relativa al mercado de la moneda.
Las señales técnicas refuerzan el sesgo alcista: los gráficos muestran un patrón “cup-and-handle”, el MACD acaba de cruzar al alza y el sentimiento general ha girado a positivo. Estas lecturas suelen anticipar subidas prolongadas.
La volatilidad sigue presente y los retrocesos forman parte del proceso. Analistas advierten de posibles caídas hacia la zona de 150 dólares dentro de una tendencia alcista de fondo. La frase “Zcash es un seguro contra Bitcoin”, atribuida a Naval Ravikant, resume la visión de quienes usan ZEC como reserva de privacidad en carteras diversificadas.
Las claves para la escalada de ZEC y su futuro
Adopción y liquidez mejoran con la presencia de fondos grandes. La entrada de capital institucional tiende a aumentar el volumen negociado y a estrechar el spread entre compra y venta, facilitando la operativa para todo tipo de participantes.
Las monedas con privacidad integrada continúan bajo la diana de posibles delistados y controles, un factor que puede afectar el acceso a plataformas y la valoración de ZEC.
La competencia tecnológica reduce la ventaja relativa. Aunque Zcash popularizó los zk-SNARKs, esta tecnología ya no es un patrimonio exclusivo, lo que presiona a ZEC a seguir innovando para sostener su posición.
La alta volatilidad refleja la incertidumbre del mercado. Para 2025, las previsiones oscilan entre 108,87 y 326,61 dólares, un rango amplio que evidencia tanto el potencial alcista como los riesgos de corrección.
El próximo punto a vigilar son las mejoras de red y las integraciones que aumenten el uso de transferencias protegidas —por ejemplo, soluciones tipo CrossPay—, junto con la evolución del acceso institucional. Ambos factores dirán si la subida por encima de 300 dólares tiene un suelo firme.
