Stellar (XLM) sufrió un desplome del 60% y, en octubre de 2025, su precio cayó hasta la zona de 0,20-0,29 dólares, pero el sentimiento cambió con rapidez. Traders e inversores apuntan a señales técnicas, a la llegada de Protocol 23 y a respaldos institucionales como motores de una recuperación. Este giro interesa a gestores de producto, equipos de compliance y custodios, que deben medir el riesgo operativo y asegurar el acceso fluido de clientes institucionales y minoristas.
La caída fue impulsada por liquidaciones en operaciones apalancadas y baja liquidez, un “flash crash” que expulsó posiciones débiles sin alterar, a su juicio, los fundamentos de la red. Tras el mínimo, XLM rebotó hasta 0,39 dólares y dibujó una cuña bajista seguida de una bandera alcista, patrones que muchos analistas leen como aviso de giro.
El RSI marcó 30,91, zona de sobreventa que varios operadores aprovecharon para comprar. El RSI mide la velocidad del precio y ayuda a detectar momentos en los que un activo podría estar muy barato o muy caro en pocas sesiones, lo que refuerza la lectura de fatiga vendedora y potencial de rebote.
La importancia del respaldo institucional en Stellar
En el plano de producto, se destaca Protocol 23, que elevaría la red a 5.000 transacciones por segundo (TPS); el TPS indica cuántas operaciones procesa la red por segundo y es clave para escalar uso real. El respaldo institucional llega por listados y acuerdos —ETPs físicos en Europa y alianzas con MoneyGram, Circle (USDC), Franklin Templeton, UNHCR, Flutterwave, TEMPO, IBM, Visa y Mastercard—, integraciones que posicionan a Stellar como vía rápida y barata para mover USDC, remesas y tokenización de activos reales.
Más uso en remesas y stablecoins si Protocol 23 cumple con mayor velocidad y menores costes, lo que haría más competitivas las transferencias y los casos de uso con USDC en la red.
Mayor liquidez con la entrada de capital institucional vía ETPs, factor que podría amortiguar la volatilidad intradía y estabilizar los libros de órdenes en momentos de tensión.
Riesgo latente por apalancamiento y poca liquidez en crisis, que obliga a revisar límites de exposición y fortalecer marcos de gestión de riesgo ante posibles episodios de ventas forzadas.
Presión adicional sobre custodios y exchanges para reforzar KYC/AML y controles de liquidez en mercados fragmentados, garantizando continuidad operativa para clientes.
En síntesis, se traza una narrativa alcista apoyada en señales gráficas de giro, una hoja de ruta agresiva y validaciones de bancos y empresas. El próximo punto crítico es la activación de Protocol 23, cuyo desempeño operativo marcará la reacción de reguladores, custodios e inversores y determinará si la liquidez y el uso real se afianzan.