La inflación en el Reino Unido alcanzó un nuevo récord en 40 años, ya que el histórico problema del coste de la vida del país se vio agravado por las continuas subidas de precios de los alimentos y la energía.
Inflación en el Reino Unido
Según las estimaciones oficiales publicadas el miércoles, el aumento de los costes de la gasolina y los alimentos en el Reino Unido llevó el mes pasado la inflación a su tasa más alta en cuarenta años. Este hecho reforzó la probabilidad de que el Banco de Inglaterra suba los tipos de interés en un raro medio punto porcentual al mes siguiente.
Debido a la última subida, el Reino Unido experimentó la mayor tasa de inflación presenciada en cualquier país avanzado perteneciente al Grupo de los Siete desde el año 1985, a pesar de que varias naciones más pequeñas de la Unión Europea están experimentando aumentos de precios aún más rápidos.
Según las estimaciones, el índice de precios al consumo aumentó un 9,4 por ciento anual, lo que está ligeramente por encima de la proyección de consenso entre los analistas encuestados por Reuters y representa un aumento respecto al 9,1 por ciento observado en mayo.
El aumento mensual de los precios de consumo fue del 0,8%, superior al 0,7% del mes anterior, pero inferior al 2,5% de abril. Los inversores prevén ahora una posibilidad de casi el cien por cien de que el Banco de Inglaterra suba el tipo de interés bancario al 1,75 por ciento desde el 1,25 por ciento del mes siguiente. En junio, dijo que estaba preparado para tomar medidas duras si era necesario.
Según la ONS, la tasa anual de inflación subyacente bajó al 5,8% en junio, frente al 5,9% de mayo. Este resultado coincide con la media de las expectativas de la encuesta de Reuters, lo que podría tranquilizar a los responsables de la fijación de los tipos en el Banco de Inglaterra, que podrían dudar en subirlos demasiado rápido.
Se prevé que la inflación de fin de año supere el 11%, pero las nuevas cifras de la ONS publicadas el martes revelan que los ingresos reales en el Reino Unido cayeron a su nivel más bajo desde que se iniciaron los registros en 2001 porque los aumentos salariales no alcanzaron el ritmo de la inflación.
